¿Qué los perros pequeños sufren un síndrome? ¿Pero cómo si son tan adorables y siempre se los ve suaves, dulces y tranquilos? Pues sí, como todo, estos pequeñitos también tienen un ying y yang, un lado dulce y un lado que a veces puede ser molesto o peligroso.
¿Cómo es esto? Pues un poco depende de su propia naturaleza y otro poco (la gran parte) de cómo los tratamos en casa. Es como con los niños…¿Has visto que cuando un niño es travieso o molesto las lenguas populares suelen decir que es malcriado?
Algo parecido pasa con nuestros compañeros de tamaño small y hoy lo descubriremos juntos, identificando cómo evitarlo o cómo revertirlo.
¿Qué es el síndrome del perro pequeño?
El síndrome del perro pequeño es un conjunto de malos comportamientos y reacciones agresivas que el perro muestra en determinados momentos. Algunos dicen que se debe a una mala crianza, lo cual puede ser cierto, pero también tiene que ver con la propia naturaleza de las razas pequeñas
¿Por qué los perros pequeños son más “nerviosos o agresivos”?
Como sabes, existen muchos tipos de perros pequeños cada uno con sus particularidades de comportamiento, intereses, reacciones y necesidades. Por lo tanto, no debemos poner a todos en la misma bolsa. Hay pequeños que son naturalmente sedentarios, quietos y tranquilos.
Ahora bien, muchos otros son ruidosos, ladran mucho, son movedizos, nerviosos, desconfiados y ansiosos. Esto se debe a que los perros pequeños saben, por naturaleza, que por su tamaño son más vulnerables y están sujetos a más peligros que los perros grandes.
En consecuencia, desarrollan comportamientos que le permitan contrarrestar su vulnerabilidad, siendo más ruidosos, más movedizos y mostrando, en casos límite, reacciones algo agresivas.
¿Por qué los perros pequeños ladran tanto?
Por el mismo motivo, es su forma de defenderse. Pero, si no le ponemos límite, será un comportamiento cada vez más común y sostenido que puede ser insoportable en casos extremos.
¿Cómo influye la crianza en el síndrome del perro pequeño?
La crianza es fundamental para evitar o revertir este síndrome. Muchos dirán que los perros que los sufren son excesivamente consentidos, y tal vez sea cierto, pero no es todo.
Los perros pequeños necesitan ser educados para relajarse frente a posibles amenazas, para sentirse más seguros, más fuertes y menos vulnerables. Eso es tan fundamental como no consentirlos en exceso.
Dicho esto, diremos que NINGÚN perro, ni grande, ni mediano, ni pequeño debe ser malcriado y consentido en exceso. Eso no es bueno para él ni para su familia. Por eso una buena crianza desde cachorros será esencial para evitar este síndrome.
Síntomas del síndrome del perro pequeño
Para darte cuenta si tu perro sufre este problema deberás verificar los siguientes indicios:
Conductas agresivas, nerviosas o cuadros de estrés o ansiedad.
Ladridos incontrolables sin causa alguna.
Fobias.
Desconfianza.
Paseos dificultosos.
Enfrentamientos con miembros de la familia, otros perros o mascotas.
Demanda excesiva de comida.
Desobediencia.
¿Cómo se puede evitar este síndrome?
Para evitarlo o revertirlo te diremos que en líneas generales debes aplicar dos principios fundamentales:
1. Reconocer que los perros pequeños de raza tienen por naturaleza reacciones diferentes por su sentido de supervivencia y se debe trabajar sobre ellas para brindarles tranquilidad, seguridad, confianza y ayudarlos a socializar.
2. Se los debe educar como a cualquier otro perro, poniendo límites cuando sea necesario, sin consentirlos en exceso y sin perdonarles errores por el simple hecho de que son pequeños.
Además de estos dos principios, a continuación te mostramos algunos recursos prácticos para evitar o revertir cualquier problema de este tipo.
Claves para evitar el síndrome de los perros de tamaño pequeño.
Armate de paciencia para enseñarle todo lo que necesitan aprender.
Establece límites claros desde el inicio de la crianza. Asegúrate de mostrarle lo que está bien y lo que no. Nunca utilices el castigo, sino por el contrario, con refuerzos positivos como pequeños premios ayúdalo a detectar qué debe hacer y qué no.
Enséñale cual es su lugar en la familia.
No lo cargues habitualmente. No lo acostumbres a dormir en tu cama o subirse al sillón como hábitos permitidos. Puede hacerlo pero solo en forma eventual cuando lo autorizas.
Mantenlo entretenido y ocupado, tanto cuando estés en casa como cuando no. Los juguetes interactivos en general y los de tipo kong en particular, son excelentes herramientas para ello.
Muestrale que los ladridos en exceso y sin razón no son adecuados. Puede hacerlo con premios y paciencia y en casos extremos, con la ayuda un collar antiladridos, usado con responsabilidad y consejo experto.
Incentívalo a socializar con niños, con adultos y con otros perros o mascotas desde pequeño.
Ofrécele paseos, actividad física y ejercicios para que queme energía y canalice ansiedades.
Trabaja en equipo con la familia. Será importante que todos tengan las pautas claras, se comuniquen y mantengan los mismos límites.
En casos graves donde los esfuerzos no ofrecen resultados, será aconsejable consultar al veterinario o a un etólogo canino.
Conclusiones.
El síndrome del perro pequeño es un problema habitual que puede ser causado por el carácter propio del perro, por una crianza inadecuada o un poco de ambos. Con los límites y enseñanzas precisas, todo perro pequeño puede ganar confianza y adquirir hábitos apropiados. Todo es cuestión de mañas. Pon estos consejos en práctica y ya verás lo bien que resultan.
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